Existe una ecografía que todas las embarazadas deben hacerse dentro de la semana veinte, veintitrés o veinticuatro, que se conoce como ecografía de nivel tres o ecografía de detalle anatómico. Debe hacerse idealmente entre las 18 a las 22 semanas de embarazo.
Y es donde el médico experto en diagnóstico prenatal valora al bebé desde la cabeza empezando por el cerebro, para ver cómo están los ventrículos, descartar el aumento del líquido cefalorraquídeo que se llama ventriculomegalia o hidrocefalia, ver el cerebelo, ver la columna, descartar espina bífida.
También se valora el abdomen, donde la inserción del cordón umbilical debe estar de determinada manera para descartar una cosa que se llama onfalocele, o la evisceración de los intestinos en el feto que se llama gastrosquisis y determinar que la pared abdominal esté intacta, que el hígado esté intacto, que los riñones estén de tamaño normal sin evidencia de quistes o de masas tumorales, porque puede haber quistes en los riñones o una situación que vemos muy frecuentemente que se llama ectasia renal, que es una dilatación de la pelvis del riñón que generalmente sucede por el reflujo de la orina, desde la vejiga hacia arriba porque el bebé no puede vencer la barrera en el líquido amniótico donde está y se devuelve un poco la orina por reflujo. Es un evento fisiológico, no es anatómico y la mayoría de los bebés al nacer ya no tienen lo que llamamos ectasia renal.
También valoramos el corazón, debe tener sus cuatro cavidades simétricas, las dos aurículas, los dos ventrículos, los tractos de salida de la parte derecha del corazón, de la parte izquierda del corazón, el ritmo cardíaco, la apertura de las válvulas del corazón (mitral, tricúspide, aórtica y pulmonar), todo eso lo valoramos en la ecografía de detalle anatómico, valoramos también los pulmones porque también puede haber patología en los pulmones. Podemos ver su cara, para ver los labios y descartar fisuras del labio y del paladar
Lógicamente en el nivel tres o en la ecografía estructural debemos ver los dos miembros superiores, las manitos, que tenga sus deditos completos y los miembros inferiores igual, que estén en la posición correcta, porque hay una cosa que se llama pie equinovaro, que es los piecitos metidos hacia adentro, que lo vemos con alguna frecuencia, uno ve por hay unos cuatro o cinco casos al año de pie equinovaro donde vemos los pies angulados o metidos hacia adentro.
También debemos observar la anatomía del cordón umbilical donde debemos encontrar 2 arterias y una vena umbilical, ademas debemos observar su insercion en la pared abdominal del bebe y la insercion en la placenta. Cuando observamos solo una arteria umbilical debemos hacer un seguimiento mas estricto al crecimiento fetal para descartar bebes pequeños.
Valoramos la placenta, en fin en una ecografía que dura aproximadamente entre veinte a treinta minutos, debemos valorar de pies a cabeza la anatomía del bebé y poderle decir a los padres que la anatomía de su bebé se desarrollo normalmente y el niño no tiene ningún defecto visible por ecografía. Debemos recalcar que la ecografía tiene hasta un 80% de posibilidad de detectar alteraciones mayores de los bebés. No se puede encontrar el 100% de los defectos por dicho exámen. Es una evaluación que todas las mujeres embarazadas se deben realizar entre las 18 a 22 semanas.